CAPITULO I EL CAMINO Chapter I The Road " Si no puedo dibujarlo es que no lo entiendo." Albert Eintein Urbanres @2009 |
Allí estaba , sentado sobre el árbol caído, cuando escucho una voz detrás de su espalda, era Roberto, el pequeño que había recogido en las alcantarillas en su ultimo viaje a Brasil, era ya un joven de 18 años, sus pómulos seguían sobresaliendo un poco de su faz, debido a la cantidad de pegamento que había esnifado por la nariz, hasta que lo encontró dentro de un contenedor de basura cuando solo tenía 5 años, desde aquel momento, el lo había cuidado como si fuera su hijo, y le había intentado dar el hogar de una familia con la ayuda de su amiga Leticia.
Ahora Roberto había crecido, y se había convertido en chico fuerte y responsable, amigo de su padre, aunque su piel todavía se encontraba un poco deteriorada, debido a aquellos años en los que tuvo que sobrevivir en las cloacas, entre las ratas.
- Papa,….. le llamo Roberto-
- Tenemos que irnos, ha llegado la hora, o será demasiado tarde.
- Si tienes razón, si no nos marchamos, será demasiado tarde.
Todavía recordaba aquel paisaje antes de que todo cambiara, cuando cerraba los ojos era como si volviera a aquella época dorada, en la que la libertad olía a primavera y todavía la gente era libre de moverse por todo el territorio, antes de que ellos llegarán al poder.
Ya no era, lo mismo, todo estaba controlado por los Banker, que apoyados por un gran cantidad de satélites orbitando todo el día, detectaban cualquier movimiento de un objeto de hasta dos centímetros de diámetro en todo el globo terrestre, y la única forma de camuflarse de ellos era, la que él y solo otros pocos conocían.
El sabía todo lo que había ocurrido, el por que, los inicios que habían desatado aquella catástrofe, que sirvió a lo Cyborg como disculpa para tomar el poder.
Se alzo sobre el árbol postrado sobre la tierra, y se dirigió hacia Roberto, entraron en la cabaña y recogieron el equipaje, el poco equipaje que les quedaba, al salir, su mirada se perdió en el horizonte, en el camino..... aquel camino que les llevaría a nadie sabe donde, pero que tenia un objetivo muy claro, intentar recuperar aquel paraíso perdido que se había convertido solo en un sueño.
Mientras echaba una ultima mirada al árbol que tanto tiempo cuidó, los recuerdos continuaban martilleando su cabeza, recordaba aquella reunión, en la que un grupo de poderosos decidió crear las Hipotecas Suprime , en una reunión secreta, en la que estuvo su amigo David, al otro lado del charco , comenzaron a dar préstamos financieros e hipotecas a muy bajo interés y por encima del precio de tasación, con el solo fin de poder crear un mercado ficticio, y aprovechar posteriormente una sobredemanda de vivienda en todo el continente y así ver incrementar sus beneficios en un trescientos por ciento en tan solo tres años basado en una sobrevaloración de las viviendas construidas por sus propias promotoras , cuyas participaciones en aquella época les pertenecía en mas de un sesenta por ciento en la mayoría de los casos. Por entonces no calculaban, lo que aquella facilidad de crédito de alto riesgo iba a provocar en el futuro, y por entonces no sospechaban, de que tras las sombras, les estaban dejando hacer, hasta que llegará el momento oportuno para borrarlos del mapa, para los restos.
- Vamos Roberto, tenemos que marcharnos, sabes que solo podemos caminar durante la noche y el sol se acaba de poner.- No era de momento de seguir quebrándose la bola -.
- Cuando quieras, - comento Roberto siempre atento y vivo con su sexto sentido , un sexto sentido que le dotaba de poderes, poderes que la ciencia no había podido explicar, y que definían como fenoménos paranormales que se habían desarrollado debido a la tremenda ingesta de pegamento, que Roberto habia ejercitado durante sus primeros cinco años de vida en aquellas alcantarillas de Brasil..
Comenzaron a andar mientras el Sol seguía poniéndose tras las montañas, y una luz tenue de luna comenzaba a proyectar sombras de los árboles sobre el camino, las estrellas parecían copos de nieve en el cielo, como destellos de luz en una pantalla de ordenador,...... al llegar al alto, no pudo más que parar y volver la mirada atrás, hacia el valle, hacia la cabaña, quien sabe si alguna vez volvería a estar allí sentado, en silencio, callado....., sobre el árbol caído.
Ahora Roberto había crecido, y se había convertido en chico fuerte y responsable, amigo de su padre, aunque su piel todavía se encontraba un poco deteriorada, debido a aquellos años en los que tuvo que sobrevivir en las cloacas, entre las ratas.
- Papa,….. le llamo Roberto-
- Tenemos que irnos, ha llegado la hora, o será demasiado tarde.
- Si tienes razón, si no nos marchamos, será demasiado tarde.
Todavía recordaba aquel paisaje antes de que todo cambiara, cuando cerraba los ojos era como si volviera a aquella época dorada, en la que la libertad olía a primavera y todavía la gente era libre de moverse por todo el territorio, antes de que ellos llegarán al poder.
Ya no era, lo mismo, todo estaba controlado por los Banker, que apoyados por un gran cantidad de satélites orbitando todo el día, detectaban cualquier movimiento de un objeto de hasta dos centímetros de diámetro en todo el globo terrestre, y la única forma de camuflarse de ellos era, la que él y solo otros pocos conocían.
El sabía todo lo que había ocurrido, el por que, los inicios que habían desatado aquella catástrofe, que sirvió a lo Cyborg como disculpa para tomar el poder.
Se alzo sobre el árbol postrado sobre la tierra, y se dirigió hacia Roberto, entraron en la cabaña y recogieron el equipaje, el poco equipaje que les quedaba, al salir, su mirada se perdió en el horizonte, en el camino..... aquel camino que les llevaría a nadie sabe donde, pero que tenia un objetivo muy claro, intentar recuperar aquel paraíso perdido que se había convertido solo en un sueño.
Mientras echaba una ultima mirada al árbol que tanto tiempo cuidó, los recuerdos continuaban martilleando su cabeza, recordaba aquella reunión, en la que un grupo de poderosos decidió crear las Hipotecas Suprime , en una reunión secreta, en la que estuvo su amigo David, al otro lado del charco , comenzaron a dar préstamos financieros e hipotecas a muy bajo interés y por encima del precio de tasación, con el solo fin de poder crear un mercado ficticio, y aprovechar posteriormente una sobredemanda de vivienda en todo el continente y así ver incrementar sus beneficios en un trescientos por ciento en tan solo tres años basado en una sobrevaloración de las viviendas construidas por sus propias promotoras , cuyas participaciones en aquella época les pertenecía en mas de un sesenta por ciento en la mayoría de los casos. Por entonces no calculaban, lo que aquella facilidad de crédito de alto riesgo iba a provocar en el futuro, y por entonces no sospechaban, de que tras las sombras, les estaban dejando hacer, hasta que llegará el momento oportuno para borrarlos del mapa, para los restos.
- Vamos Roberto, tenemos que marcharnos, sabes que solo podemos caminar durante la noche y el sol se acaba de poner.- No era de momento de seguir quebrándose la bola -.
- Cuando quieras, - comento Roberto siempre atento y vivo con su sexto sentido , un sexto sentido que le dotaba de poderes, poderes que la ciencia no había podido explicar, y que definían como fenoménos paranormales que se habían desarrollado debido a la tremenda ingesta de pegamento, que Roberto habia ejercitado durante sus primeros cinco años de vida en aquellas alcantarillas de Brasil..
Comenzaron a andar mientras el Sol seguía poniéndose tras las montañas, y una luz tenue de luna comenzaba a proyectar sombras de los árboles sobre el camino, las estrellas parecían copos de nieve en el cielo, como destellos de luz en una pantalla de ordenador,...... al llegar al alto, no pudo más que parar y volver la mirada atrás, hacia el valle, hacia la cabaña, quien sabe si alguna vez volvería a estar allí sentado, en silencio, callado....., sobre el árbol caído.
hazme un hijo !
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