ESPERA LLEGAR A 100 MILLONES DE KILOS
Ruiz-Mateos apuesta fuerte por Extremadura. Nueva Rumasa empieza a perfilar sus planes de gestión de Carcesa, que compró a la multinacional Kraft a mediados de marzo, con la vista puesta en la expansión de la compañía.
Entre los primeros objetivos se encuentra duplicar la capacidad de producción de tomate y llegar a los cien millones de kilos en sus plantas de Montijo y Don Benito. De esta forma, los nuevos propietarios de Carcesa aspiran a recuperar la actividad que tenía la empresa alimentaria y que ha ido perdiendo en las últimas campañas debido al descenso de trabajo con los anteriores propietarios, para quienes las marcas Fruco y Apis no encajaban en su estrategia comercial.
En cuanto a los productos cárnicos, que se elaboran en la planta de Mérida, el propio Ruiz-Mateos está manteniendo reuniones con los presidentes de las grandes cadenas de alimentación, como El Corte Inglés y Carrefour, para potenciar la salida de los envasados Apis.
En la misma línea, Nueva Rumasa ha reforzado el equipo directivo de Carcesa y ha creado un departamento comercial específico, del que antes carecía. La publicidad, una de las señas de identidad de Ruiz-Mateos, también ocupa un lugar importante en el plan de gestión. Ya está en marcha una campaña de 1,5 millones de euros centrada en el magro Apis, y después del verano empezará otra dedicada a los derivados del tomate.
Más inversiones
El empresario jerezano, junto a su hijo José María Ruiz-Mateos Rivero, consejero delegado de Nueva Rumasa, presentaron ayer sus propuestas de expansión al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dentro de la ronda de contactos institucionales que han iniciado después de adquirir Carcesa.
«Tenemos mucha fe y confianza en la industria, y queremos darle todavía más impulso», apuntó Ruiz-Mateos a la salida del encuentro. «Queremos hacer cosas en Extremadura, vale la pena, y tiene muchísimas posibilidades».
Ruiz-Mateos Rivero afirmó que «estamos abiertos a nuevas alternativas de posibles compras industriales e inversiones en la zona, dentro de las divisiones en las que estamos presentes: alimentación, vinos, hoteles e inmobiliaria». Sin ir más lejos, asegura que les han ofrecido una empresa quesera extremeña, una compra que se está estudiando en la actualidad.
Los responsables de Nueva Rumasa agradecieron la cordialidad mostrada por Fernández Vara, quien, según afirmaron, aprecia el simbólico traslado del domicilio social de Carcesa desde la localidad catalana de Montornés del Vallés a Mérida, donde la compañía dio sus primeros pasos en 1929.
Tras la reunión con el presidente de la Junta de Extremadura, los Ruiz-Mateos volvieron a recalcar su compromiso de mantener la plantilla actual de Carcesa, que en temporada alta llega a 300 empleados, e incluso no descartan ampliar el número de trabajadores si los planes de futuro dan el resultado esperado.
«Lo más importante cuando adquirimos una empresa es su personal», subrayó Ruiz-Mateos. Por ese motivo, una de sus primeras decisiones tras adquirir la firma fue reunirse con los comités de empresa, y después, «como muestra de cariño y consideración», entregaron una paga extraordinaria a los empleados. Un gesto que muestra la importancia que concede Nueva Rumasa a su aventura empresarial en Extremadura.
Entre los primeros objetivos se encuentra duplicar la capacidad de producción de tomate y llegar a los cien millones de kilos en sus plantas de Montijo y Don Benito. De esta forma, los nuevos propietarios de Carcesa aspiran a recuperar la actividad que tenía la empresa alimentaria y que ha ido perdiendo en las últimas campañas debido al descenso de trabajo con los anteriores propietarios, para quienes las marcas Fruco y Apis no encajaban en su estrategia comercial.
En cuanto a los productos cárnicos, que se elaboran en la planta de Mérida, el propio Ruiz-Mateos está manteniendo reuniones con los presidentes de las grandes cadenas de alimentación, como El Corte Inglés y Carrefour, para potenciar la salida de los envasados Apis.
En la misma línea, Nueva Rumasa ha reforzado el equipo directivo de Carcesa y ha creado un departamento comercial específico, del que antes carecía. La publicidad, una de las señas de identidad de Ruiz-Mateos, también ocupa un lugar importante en el plan de gestión. Ya está en marcha una campaña de 1,5 millones de euros centrada en el magro Apis, y después del verano empezará otra dedicada a los derivados del tomate.
Más inversiones
El empresario jerezano, junto a su hijo José María Ruiz-Mateos Rivero, consejero delegado de Nueva Rumasa, presentaron ayer sus propuestas de expansión al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dentro de la ronda de contactos institucionales que han iniciado después de adquirir Carcesa.
«Tenemos mucha fe y confianza en la industria, y queremos darle todavía más impulso», apuntó Ruiz-Mateos a la salida del encuentro. «Queremos hacer cosas en Extremadura, vale la pena, y tiene muchísimas posibilidades».
Ruiz-Mateos Rivero afirmó que «estamos abiertos a nuevas alternativas de posibles compras industriales e inversiones en la zona, dentro de las divisiones en las que estamos presentes: alimentación, vinos, hoteles e inmobiliaria». Sin ir más lejos, asegura que les han ofrecido una empresa quesera extremeña, una compra que se está estudiando en la actualidad.
Los responsables de Nueva Rumasa agradecieron la cordialidad mostrada por Fernández Vara, quien, según afirmaron, aprecia el simbólico traslado del domicilio social de Carcesa desde la localidad catalana de Montornés del Vallés a Mérida, donde la compañía dio sus primeros pasos en 1929.
Tras la reunión con el presidente de la Junta de Extremadura, los Ruiz-Mateos volvieron a recalcar su compromiso de mantener la plantilla actual de Carcesa, que en temporada alta llega a 300 empleados, e incluso no descartan ampliar el número de trabajadores si los planes de futuro dan el resultado esperado.
«Lo más importante cuando adquirimos una empresa es su personal», subrayó Ruiz-Mateos. Por ese motivo, una de sus primeras decisiones tras adquirir la firma fue reunirse con los comités de empresa, y después, «como muestra de cariño y consideración», entregaron una paga extraordinaria a los empleados. Un gesto que muestra la importancia que concede Nueva Rumasa a su aventura empresarial en Extremadura.
La empresa Nueva Rumasa ha cumplido su promesa de trasladar el domicilio social y fiscal de Carcesa de Cataluña a Mérida, tal y como comunicó el empresario jerezano cuando adquirió la fábrica el pasado mes de marzo.
En realidad, el domicilio social estaba a nombre de la empresa Kraft Food en Barcelona y ahora está en Mérida, donde la empresa pagará sus impuestos.
El alcalde Angel Calle indicó que esta medida es muy importante desde el punto de vista económico y de imagen, ya que los productos vuelven a lucir el nombre de Mérida en sus envases.
El traslado del domicilio social fue comunicado ayer por el empresario jerezano José María Ruiz Mateos tras la reunión mantenida con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a la que siguió otra con el alcalde.
José María Ruiz Mateos, que estuvo acompañado por uno de sus hijos, que es consejero delegado de Nueva Rumasa, manifestó que han introducido una serie de mejoras en Carcesa, como la de aumentar el equipo comercial con 10 nuevas personas y confeccionar una campaña de publicidad fuerte. "Ahora se está poniendo la inversión necesaria para potenciar la compañía y darle fuerza", manifestó.
COMITE También contó que lo primero que hizo cuando adquirió Carcesa fue la de reunirse con el comité de empresa, al que anunció el pago de una paga extra a los trabajadores.
En este sentido, manifestó que se ha llevado una sorpresa muy "grata" por la plantilla, "que nos parece muy competente, válida y con mucho entusiasmo".
Además dijo que se reunieron con los representantes de los trabajadores para informarles de primera mano que no se iba a hacer una regulación de empleo, "ya que cuando llevan tanto tiempo trabajando y hay un cambio en la propiedad, somos los primeros en contactar con los comités de empresas para evitar los agobios del temor a perder el empleo".
En cuanto a la reunión con el alcalde, Ruiz Mateos también le expresó el deseo de ser uno de los patrocinadores del festival de teatro de Mérida.
En realidad, el domicilio social estaba a nombre de la empresa Kraft Food en Barcelona y ahora está en Mérida, donde la empresa pagará sus impuestos.
El alcalde Angel Calle indicó que esta medida es muy importante desde el punto de vista económico y de imagen, ya que los productos vuelven a lucir el nombre de Mérida en sus envases.
El traslado del domicilio social fue comunicado ayer por el empresario jerezano José María Ruiz Mateos tras la reunión mantenida con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a la que siguió otra con el alcalde.
José María Ruiz Mateos, que estuvo acompañado por uno de sus hijos, que es consejero delegado de Nueva Rumasa, manifestó que han introducido una serie de mejoras en Carcesa, como la de aumentar el equipo comercial con 10 nuevas personas y confeccionar una campaña de publicidad fuerte. "Ahora se está poniendo la inversión necesaria para potenciar la compañía y darle fuerza", manifestó.
COMITE También contó que lo primero que hizo cuando adquirió Carcesa fue la de reunirse con el comité de empresa, al que anunció el pago de una paga extra a los trabajadores.
En este sentido, manifestó que se ha llevado una sorpresa muy "grata" por la plantilla, "que nos parece muy competente, válida y con mucho entusiasmo".
Además dijo que se reunieron con los representantes de los trabajadores para informarles de primera mano que no se iba a hacer una regulación de empleo, "ya que cuando llevan tanto tiempo trabajando y hay un cambio en la propiedad, somos los primeros en contactar con los comités de empresas para evitar los agobios del temor a perder el empleo".
En cuanto a la reunión con el alcalde, Ruiz Mateos también le expresó el deseo de ser uno de los patrocinadores del festival de teatro de Mérida.
fuentes:
viva Ruiz Mateos. Tal y como se han desarrollado las cosas, comprendo porque éste señor hace unos años dijo: hay que salir de la CEE inmediatamente (era un sueño, y es un sueño) la realidad es otra y él lo sabía, pan para hoy (que ha durado 10-15 años?) y hambre para mañana. Ojalá me equivoque. Pero Dado el presente me temo el peor futuro, solo con empresarios como Ruiz Mateos se le ve algo de luz al futuro de España. VIVA RUIZ MATEOS
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