Esther y Álex cerraron por última vez la vieja puerta de madera de su pequeño piso de alquiler. Eran 38 metros cuadrados en una de las floridas calles cercanas al mercado de Sant Antoni, en la ribera más popular del Eixample que servía antaño como mercado al barrio obrero del Raval de Barcelona.
Coincidió que aquel mismo día firmaron sus contratos indefinidos como secretaria e informático, respectivamente, después de pasar por infinidad de trabajos precarios. Bajaron los siete pisos sin ascensor de aquel inmueble y corrieron cogidos de la mano hacia la cabina telefónica más próxima que se encontraba en la primera esquina para anunciar la noticia a los padres de ella: "¡Mamá! nos han concedido la hipoteca. Dejamos nuestro piso de alquiler con fugas de agua y vamos a comprarnos un piso mejor, en la Barceloneta, ¡cerca del mar!".
Se trataba de un apartamento de 52 metros cuadrados. El punto de partida para su vida en común... La pareja suscribió con un importante banco la hipoteca de sus sueños. Lo que no sabían es que aquel piso se convertiría, con el paso de los años, en la pesadilla que nunca pensaron contar a un periodista.
Coincidió que aquel mismo día firmaron sus contratos indefinidos como secretaria e informático, respectivamente, después de pasar por infinidad de trabajos precarios. Bajaron los siete pisos sin ascensor de aquel inmueble y corrieron cogidos de la mano hacia la cabina telefónica más próxima que se encontraba en la primera esquina para anunciar la noticia a los padres de ella: "¡Mamá! nos han concedido la hipoteca. Dejamos nuestro piso de alquiler con fugas de agua y vamos a comprarnos un piso mejor, en la Barceloneta, ¡cerca del mar!".
Se trataba de un apartamento de 52 metros cuadrados. El punto de partida para su vida en común... La pareja suscribió con un importante banco la hipoteca de sus sueños. Lo que no sabían es que aquel piso se convertiría, con el paso de los años, en la pesadilla que nunca pensaron contar a un periodista.
"Hipoteca con condiciones asequibles"
"Eran una buenas condiciones", comenta Esther sentada en el sofá en casa de sus padres. Un crédito hipotecario con un plazo de amortización a 25 años por valor de 230.000 euros referenciada a un tal "euribor" -desconocido para esta pareja, pero determinante para su futuro en la compra de aquel apartamento- más el 0,8 por ciento de tipo de interés variable.
"Pagábamos un total de 767 euros mensuales y entre los dos cobrábamos 1.800 euros al mes, con lo que podíamos soportar nuestra primera compra inmobiliaria", prosigue. Esto ocurrió a comienzos del año 2000 cuando el mercado inmobiliario en Barcelona, y en las principales ciudades españolas, estaba en pleno auge y muchas parejas treintañeras, como es el caso de Esther y Álex, se lanzaban a la aventura de comprar piso.
El comienzo de la pesadilla
Seis años más tarde las cuotas de las hipotecas se han encarecido. Miles de parejas se han visto obligadas a vender su piso, ponerlo en subasta o declararse insolventes porque no pueden soportar el alza de las cuotas mensuales de su hipoteca. "En nuestro caso fue un poco de todo. A Álex le despidieron y está en paro y a mi sólo me han aumentado el IPC en mi sueldo en los dos últimos años y no encuentro nada mejor. Nos hemos visto obligados a vender el piso porque no podíamos pagar los 1.050 euros que nos ha subido la hipoteca", asegura con lágrimas en los ojos... A la espera de que los precios de los pisos dejen de subir en Barcelona, ahora viven en una habitación que les han prestado los padres de ella. Su visión de futuro es muy distinta: "Volveremos a vivir juntos, pero de alquiler, porque es más barato, y no más de 800 euros en un barrio popular de Barcelona".
Cuotas caras para jóvenes
El futuro no es muy alentador para aquellas parejas como Esther y Álex con sueldos medios (no más de 2.500 euros al mes entre los dos) que han soportado las últimas revisiones al alza de sus cuotas mensuales para pagar la hipoteca. "Para familias que tienen los gastos muy controlados para pasar el mes una subida de 200 o 300 euros mensuales en la hipoteca supone algo imposible de asumir, y más si tienen hijos. Por lo que deciden vender", confirma Patricio Félix, agente comercial de Don Piso en una oficina de Barcelona.
Y añade: "Estamos detectando que cada vez más familias ponen a la venta sus pisos y no sólo los particulares sino que ya se dan los primeros síntomas de inmuebles adjudicados por los bancos por créditos fallidos". La venta de pisos que se realiza por el alza de las hipotecas, por el momento, se da de forma residual pero los expertos advierten que si siguen las subidas de tipos las familias se verán obligadas a vender para ocupar una vivienda más modesta o a cambiar de ciudad.
A expensas de los tipos y el euribor
"Estamos asesorando casos de personas que vienen a informarse de pisos más baratos, pero en zonas que están fuera de la ciudad de Barcelona. Y desde nuestras agencias de Madrid, Valencia y Bilbao también se están produciendo estos casos tras las recientes alzas en las cuotas hipotecarias", señala Félix. El futuro no es muy alentador para las parejas jóvenes ni para las rentas bajas y medias que quieran comprar su primera vivienda porque serán las que pagarán más por las subidas de tipos de interés.
Las cuotas de las hipotecas seguirán encareciéndose ya que el euribor, el indicador más utilizado para fijar el tipo de interés de estos préstamos y que se contagia del aumento del precio oficial del dinero en la zona euro que marca el Banco Central Europeo (BCE), ha subido en septiembre hasta el 3,715 por ciento, el nivel más alto desde julio de 2002.
Esto significa que los titulares de una hipoteca considerada media -de 153.445 euros y con un plazo de amortización de 25 años- que tengan que revisar el tipo de interés en las próximas semanas verán incrementarse la cuota mensual en casi 120 euros, lo que en el conjunto del año representará una subida de 1.423,56 euros. Hay que tener en cuenta que la hipoteca media solicitada no suele ser inferior a los 280.000 euros, con lo que la subida mensual puede sobrepasar los 250 euros. Según los datos provisionales del mercado, el euribor ha subido una décima en comparación con el 3,615 por ciento de agosto, y 1,4 puntos en el último año, ya que en septiembre de 2005 se situaba en el 2,2 por ciento. La política alcista que marca el BCE repercutirá en las cuantías de las hipotecas en los próximos dos años.
La cuota no para de subir
Tanto es así que, según la Asociación Hipotecaria Española, estos productos financieros podrían incrementarse hasta en 1.300 euros anuales a corto plazo si el euribor sube 1,50 puntos en los próximos dos años hasta el 5,11 por ciento, frente al 3,61 por ciento registrado en agosto. Las familias españolas incrementaron sus deudas para la adquisición de viviendas en casi 100.000 millones de euros entre julio de 2005 y julio de 2006, lo que elevó el volumen total de préstamos hipotecarios que soportan los hogares hasta los 534.184 millones de euros, un nuevo récord histórico.
Así lo señalan los últimos datos publicados por el Banco de España, en los que se sigue observando que la prudencia solicitada por el supervisor a los bancos y cajas a la hora de conceder este tipo de créditos apenas tiene repercusión, al menos en las cifras absolutas.
El euribor ha subido 1,392 puntos entre agosto de 2005 y agosto de 2006, lo que en la práctica supondrá un encarecimiento de más de 83 euros para la cuota mensual de una hipoteca media de 120.000 euros con un plazo de amortización de 20 años. "Los préstamos hipotecarios más recientes, es decir, los que han sido contratados desde 2002, serán los que más se encarezcan a corto plazo, entre 900 y 1.380 euros anuales, con lo que notaremos más créditos fallidos en el mercado inmobiliario", comenta Isidoro Ruiz, de NuevaCasa.
"Familias poco endeudadas"
Además de la deuda hipotecaria, las familias también soportaban al cierre del pasado mes de septiembre casi 193.000 millones de euros en préstamos al consumo y unos 1.182 millones de euros en préstamos del exterior, es decir, una deuda total de 728.294 millones de euros, un 20,9 por ciento más que en julio de 2005. Sin contar los gastos de la vuelta al colegio de los niños y de la vida cotidiana, que se ha visto afectada por una ligera estabilidad de los precios de los alimentos.
A pesar de estos datos, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, insiste en que al efecto que la prolongación de la subida de tipos puede tener en las familias más endeudadas españolas es residual: "Estoy seguro en que empezarán a aparecer fórmulas para suavizar las subidas de los tipos de interés, como alargar los plazos de los préstamos, pero las familias endeudadas son minoría porque sabemos que el 60 por ciento de los hogares españoles afirma no tener deudas".
Impagos en pisos de bancos
Por otra parte, las entidades bancarias tienen pendiente de pagos por conceptos hipotecarios más de 700.000 millones de euros, según datos oficiales. Sin embargo, estas entidades también se están viendo afectadas por los impagos y por su propia actividad crediticia, que ha "dejado" dinero al mercado que con las recientes subidas ya no puede devolver con las mismas condiciones iniciales. Es el caso de Luis, que no ha podido cumplir con sus pagos mensuales por un piso que consiguió en la subasta de un banco.
"Mi patrimonio personal se redujo en poco tiempo y ya no pude aguantar los costes financieros para comprar la vivienda, con lo que me han declarado como moroso en las listas de los bancos", explica Luis resignado. El negocio de los edificios en venta que ponían en el mercado los bancos ha sido suculento. A mediados de este año, la Asociación Española de Banca y la Confederación Española de Cajas de Ahorros estimaron que los bancos y las cajas tenían en venta cerca de 1.050 millones de euros en inmuebles y que ya se habían producido los primeros signos de impagos por créditos fallidos. Hasta en las propias entidades financieras se empiezan a dar los síntomas.
Y SI NO PAGAS TU HIPOTECA
Los tipos de interés han subido en Europa, y las perspectivas de los analistas es que sigan subiendo. Aún hay margen para la tranquilidad, pero no cabe duda de que en este proceso hay muchas personas a las que sus préstamos hipotecarios les van a ir suponiendo cada vez una mayor carga. ¿Qué pasa si esa carga se hace insostenible? ¿Qué pasa si no puedo pagar mi hipoteca?
* La falta de pago de una cuota es tratada por cada entidad de forma distinta, aunque lo habitual es que sea la propia sucursal quien, durante las primeras semanas, se ponga en contacto con el cliente para conocer los motivos del impago y recordarle, amablemente, que debe pagar.
* Si la situación se prolonga, los avisos de impago se vuelven más duros, y se comienzan a devengar intereses de demora y las comisiones fijadas en la escritura de otorgamiento del préstamo hipotecario, que pueden estar alrededor del 5%.
* Si, aun así, en un plazo aproximado de tres meses no afrontamos la deuda pendiente, las entidades intensifican sus contactos (ya desde áreas centralizadas) con el primer objetivo de conseguir el pago de las cantidades adeudadas o, en su defecto, plantear un nuevo plan de pagos (con la posibilidad de realizar una nueva hipoteca) que se ajuste a las necesidades de los clientes.
* Entorno a los seis meses sin llegar a un acuerdo es cuando las entidades acuden a la vía judicial, presentando una demanda por impago que, una vez aceptada, da lugar al embargo de la vivienda o, en su defecto, de los bienes presentados como aval (si los hubiera).
* Aún no está todo perdido, y el cliente puede todavía presentar un acuerdo de pago (que inclurá las costas judiciales) que detenga el proceso judicial e impida la subasta de sus bienes. Si esta llega a producirse, la entidad obtendrá de dicha subasta el pago de la deuda (incluídos intereses de demora, comisiones, costas judiciales...) y, si sobrase algo, iría a manos del titular.
Es un camino largo, y que ofrece muchas oportunidades de llegar a acuerdos con las entidades que, en general, estarán más por la labor de aceptar una propuesta de refinanciación. Porque, como me dijo un directivo bancario hace tiempo "no nos interesa tu piso; nosotros somos un banco, no una inmobiliaria".
* La falta de pago de una cuota es tratada por cada entidad de forma distinta, aunque lo habitual es que sea la propia sucursal quien, durante las primeras semanas, se ponga en contacto con el cliente para conocer los motivos del impago y recordarle, amablemente, que debe pagar.
* Si la situación se prolonga, los avisos de impago se vuelven más duros, y se comienzan a devengar intereses de demora y las comisiones fijadas en la escritura de otorgamiento del préstamo hipotecario, que pueden estar alrededor del 5%.
* Si, aun así, en un plazo aproximado de tres meses no afrontamos la deuda pendiente, las entidades intensifican sus contactos (ya desde áreas centralizadas) con el primer objetivo de conseguir el pago de las cantidades adeudadas o, en su defecto, plantear un nuevo plan de pagos (con la posibilidad de realizar una nueva hipoteca) que se ajuste a las necesidades de los clientes.
* Entorno a los seis meses sin llegar a un acuerdo es cuando las entidades acuden a la vía judicial, presentando una demanda por impago que, una vez aceptada, da lugar al embargo de la vivienda o, en su defecto, de los bienes presentados como aval (si los hubiera).
* Aún no está todo perdido, y el cliente puede todavía presentar un acuerdo de pago (que inclurá las costas judiciales) que detenga el proceso judicial e impida la subasta de sus bienes. Si esta llega a producirse, la entidad obtendrá de dicha subasta el pago de la deuda (incluídos intereses de demora, comisiones, costas judiciales...) y, si sobrase algo, iría a manos del titular.
Es un camino largo, y que ofrece muchas oportunidades de llegar a acuerdos con las entidades que, en general, estarán más por la labor de aceptar una propuesta de refinanciación. Porque, como me dijo un directivo bancario hace tiempo "no nos interesa tu piso; nosotros somos un banco, no una inmobiliaria".
Te regalo mi hipoteca
Un vecino de Barcelona publica un anuncio en Internet en el que cede su piso a quien pueda asumir los gastos del préstamo contraído.
Un vecino de Barcelona publica un anuncio en Internet en el que cede su piso a quien pueda asumir los gastos del préstamo contraído.
Un regalo o una patata caliente. Un vecino de Barcelona regala literalmente su hipoteca a cambio de que el 'agraciado' se haga cargo de ella. Es uno más de los miles de personas que ya no pueden hacer frente a este gasto y ha decidido regalar su piso a quien pueda asumir su hipoteca, que no va a ser cualquiera.
Las cifras, como en casi todas las hipotecas, son desalentadoras. En un anuncio publicado en Internet, el propietario explica que quedan por pagar 265.000 euros de los 322.000 que le costó a él la casa cuando la compró hace sólo quince meses.
A razón de 1.200 euros al mes, le quedan 34 años para finalizar el pago. La idea del señor es regalarlo a quien le interese. Se hace un traspaso de hipoteca y en paz, detalla el anuncio. El comprador se ahorra los 57.000 euros que el dueño ya ha pagado.
El piso tiene 95 metros cuadrados, tiene cuatro habitaciones, está en Ripollet, en Barcelona y, desde que salió el anuncio en un portal de Internet que se llama Lokuo, más de 10.000 personas lo han visitado virtualmente.
ME HE QUEDADO CON UNA DUDA ,EN EL CASO QUE QUE APARECIERA ALGUIEN QUE HICIERA FRENTE A TU HIPOTECA Y HACEPTARA EL TRASPASO DE ELLA TU LE QUEDARIAS DEVIENDO ALGO A HACIENDA?
ResponderEliminarPor haberla vendido antes de haber transcurrido 3 años desde la compra, deberías pagar la plusvalia,en el caso de que tu vayas a comprar otra vivienda habitual, si no vas a comprar otra vivienda habitual tendrás que pagar la plusvalía de todos modos.
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